Biblioteca de escritoras colombianas

Cali, diciembre 19 de 2025. Actualizado: viernes, diciembre 19, 2025 00:17

Carmiña Navia Velasco

Biblioteca de escritoras colombianas

Carmiña Navia Velasco

Una amiga se adelantó unos días a la Navidad y me hizo un regalo de esos que llegan a lo más acendrado de nuestros gustos y nos alegran coquetamente los días: Me regaló la segunda entrega de La biblioteca de escritoras colombianas, un trabajo de equipo coordinado por Pilar Quintana, un trabajo realmente extraordinario.

La primera entrega se realizó en el gobierno anterior, siendo ministra de cultura Angélica María Mayolo Obregón y la segunda entrega acaba de realizarse este año, bajo el ministerio de Yannai Kadamani Fonrodona.

Pilar Quintana y todo el equipo investigativo y editorial han realizado una labor de recuperación de nombres y de textos, admirablemente invaluable.

Llegando al final de este año quiero darles las gracias y alegrarme con las escritoras y lectoras de nuestro país.

En la primera entrega se recuperaron textos imposibles de encontrar de Amira de la Rosa, Teresa Martínez de Varela o Emilia Ayarza y se reeditaron obras de nombres más reconocidos como los de Helena Araújo, Albalucía Ángel o Elisa Mujica.

Se trató de una puerta de entrada muy significativa a la literatura escrita por mujeres en Colombia. Un trabajo equivalente al realizado hace muchos años por Juan Gustavo Cobo Borda, aunque en ese no abundaban las mujeres.

En la segunda entrega, que circula por estos días, quienes dirigieron la obra escogieron una aproximación muy enriquecedora: se centraron en diez tipos diferentes de “antologías”.

El equipo de trabajo de investigación, recopilación y edición nos entrega 10 Antologías: De poesía, cuento, novela corta, literatura juvenil, dramaturgia, ensayo crítico, trabajos periodísticos y crónicas, textos de rebeldía, y “miscelánea”.

Se recuperan voces que existen en nuestro inconsciente pero que no hacen parte de nuestros caminos diarios.

Es una biblioteca para permanecer que nos invita a visitarla una y otra vez. Sin temor a equivocarnos podemos decir que en esta segunda entrega están representadas las mejores escrituras de este país así como voces que permanecían inéditas.

En ella encontramos poesías “pérdidas” como las de Pía Rigán, seudónimo de Agripina Samper, textos de inmensa fuerza como el “Que se tengan” de Manuela Sáenz o la novena tradicional de Aguinaldos de Bertilda Samper Acosta… Al mismo tiempo que textos ya “canónicos” de la literatura colombiana como los de Laura Restrepo o Piedad Bonnet… Imposible recuperar en una corta reseña, toda su riqueza.

Se trata de una auténtica suma de voces, de visiones, de experiencias distintas, que recoge sin censuras ni prejuicios una muestra muy amplia del país que habitamos e imaginamos las mujeres.

No sé qué labor -aparte de la financiación- corresponde al Ministerio de las Culturas, las artes y los saberes (como ahora, redundantemente, lo llaman), pero sí sería muy importante que esta segunda entrega se haga llegar a todas las bibliotecas públicas y privadas del país, así como a los centros de enseñanza.

El inmenso trabajo que hay detrás de estos libros, así como el inmenso tesoro que entrañan, merece difundirse más ampliamente. Y esta labor sólo se puede realizar desde un “centro” que tenga ante sus ojos todo el panorama cultural que nos constituye. Es tarea del Ministerio una difusión masiva y amplia.

Una vez más, agradezco el trabajo de Pilar Quintana y su equipo: Su iniciativa, su entrega a la investigación, su generosidad y rigurosidad.

Invito a mis lectores y lectoras a una temporada de descanso en la que incursionen en la lectura de este inmenso regalo que nos han hecho y a que compartamos ampliamente este placer lector. Buenas fiestas.

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jueves 18 de diciembre, 2025
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