Carolina Sanín escribió con el oído

Carolina Sanín, en la presentación de “El libro que imaginas”, en “Oiga Mire Lea”, me hizo entender una manía que alguna vez me puso en riesgo de pedir ayuda psicológica.

Algo íntimo e insospechado por mis lectores: cuando termino el borrador de mis columnas, llamo a algún amigo o amiga, confidente y amante de la lectura, vía WhatsApp le envío un texto y que por favor me lo lea telefónicamente.

Así les doy aprobación antes de mandarlos a la redacción de Diario Occidente. Creía que era un rezago de juventud, cuando otrora participaba en lecturas grupales.

Carolina me tranquilizó con el argumento de que podemos escribir con el oído, cuando queremos escuchar nuestra voz, trascendemos el fuero interior y en el espacio público buscamos reconocimiento, es decir, escribimos en un reino sin jurisdicción, ni limitantes.

Las imágenes no sólo tienen origen visual, comprometen todos nuestros sentidos, se produjeron en la frente y en el pecho.

Carolina Sanín, para una mejor claridad, recomendó leer el cuento “Ojos de perro azul”, de García Márquez, acertado recurso pedagógico para entender fácil el fenómeno de escribir con el oído.

“Oiga Mire Lea” fue un evento literario exitoso, pero no sobra recomendar que la próxima vez quien dialogue con la autora conozca su libro y que no programen estruendosos grupos de música rock en el patio de la Biblioteca Departamental, mientras la conferencista a todo pulmón trata de exponer en el auditorio contiguo y los asistentes con esfuerzos sobrehumanos aspiramos escuchar sus ideas. En conciertos de rock, nadie programaría lecturas de poemas de Neruda.

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