Cali, septiembre 29 de 2024. Actualizado: sábado, septiembre 28, 2024 02:47

Han Yu Pava

Eder futuro

Han Yu Pava

El sol lanzó sus primeros rayos bien temprano en la mañana y el día estuvo siempre cálido y tranquilo, un primero de enero digno de buenos presagios y en el que los ciudadanos de Cali se preparaban para dar un giro a su suerte. Era el día de recibir al nuevo alcalde de la ciudad.

Con traje formal y los zapatos bien lustrados, llegué a La Catedral en el centro de Cali donde se citaba en la invitación para la eucaristía que inició a las 2 de la tarde luego de la llegada del alcalde electo Alejandro Eder, su señora y familia cercana. Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez habló de manera impecable agradeciendo a Dios y poniendo a la ciudad en manos del doctor Eder, pero recordando que él no es un ser milagroso y que la ciudad mejorará, pero con el esfuerzo de todos.

No fueron pocos los allegados que hicieron presencia en la icónica iglesia, políticos, funcionarios, periodistas y seguidores abarrotaron el lugar, algunos con la esperanza de saludar al mandatario o “darle la paz”. Harold Eder, presidente de Manuelita y hermano de Alejandro, y su padre Henry Eder completaron el quorum y acompañaron permanentemente al recién elegido alcalde en las primeras filas.

Al cabo de la misa, los asistentes de la ceremonia nos trasladamos a la plaza de Cayzedo, el corazón de Cali, lugar elegido por el mismo Eder para firmar y recibir su mandato, y pese a la ausencia (esperada) del ahora exalcalde Ospina, todo transcurrió con normalidad y con la tarde soleada pero fresca que caracteriza los días caleños.

Escuchaba yo las palabras de reconciliación en el discurso del nuevo mandatario, cuando detallé mi entorno: me encontraba sentado en la misma fila con Miyerlandi Torres, con Deninson Mendoza y a unos cuantos lugares de Roberto Ortiz y Dilian Francisca Toro, con quienes tengo entendido va a trabajar directa o indirectamente el alcalde. No solo era un discurso, sino que la reconciliación había empezado.

Luego del pensado y acertado discurso, me quedan las siguientes apreciaciones del futuro del alcalde Eder y de la ciudad:

1. La reconciliación de la ciudadanía caleña es supremamente necesaria para empujar todos en la misma dirección y cambiar la percepción de ciudad caótica que tenemos a nivel nacional. Esta debe ser liderada desde la administración municipal. Lo bueno es que este primer cambio ya empezó.

2. Hacer una mejor administración que Ospina va a ser MUY fácil, sobre todo para la opinión pública que tiene una desaprobación por absolutamente todo lo que huela al exmandatario.

3. Se siente en el ambiente y en la ciudadanía la esperanza de un renacer, de un nuevo amanecer tan brillante como el del primero de enero de este año, situación que debe aprovechar el alcalde para que los habitantes se comprometan con la ciudad y aportemos todos al embellecimiento y cambio cultural que nos hace falta.

4. Eder para su gabinete se rodeó de personas muy capaces, técnicos que llegarán a poner los puntos sobre las íes en términos de administración y gestión de los recursos, ojalá sin desconocer a las minorías y con el trabajo público político que requieren estos cargos.

En resumidas cuentas, quedé gratamente satisfecho y con la total esperanza de una transformación para mejorar nuestra ciudad. Tengo la plena certeza que este será un gobierno que recordaremos mucho, y no sólo por las obras sino por el cambio de actitud de la ciudadanía y el progreso que ello implica.

Bueno y ¿qué sigue?

Si mi espada del augurio no me falla y puedo ver más allá de lo evidente, Eder tendrá que enfocarse en la seguridad, en las finanzas de la ciudad y en fortalecer Emcali a ver si algún día le da utilidades al municipio. Después, deberá modelar la ciudad que queremos en 50 años, de la mano de Diana Rojas a quien, creo, formará como sucesora del primer cargo. El mandatario dirigirá sus esfuerzos a proyectos modernos, recuperación de cultura y aumento de inversión social. Así pues, tendremos en Cali el caso de éxito más grande de Colombia.

Si todo lo anterior sale bien, y abusando de lo “más allá de lo evidente”, Alejandro Eder será el cóctel perfecto de candidato presidencial para el 2030 y desde ya se está preparando:

· Representa a los empresarios y cacaos de Colombia, sin embargo, es gran defensor del proceso de paz y el diálogo social.

· No tiene problemas con la justicia, cero investigaciones.

· Su esposa, muy bonita y cercana con la gente, sería una primera dama digna de cualquier cargo nacional basado en gestión social.

· Su cercanía con el expresidente Santos, demostrada en su participación en el acuerdo de paz con las FARC y en Juan Carlos Mira quien ha estado muy cercano al nuevo alcalde en estos días, permite que se muevan desde ya apoyos muy grandes.

· Su capacidad de relación con otros mandatarios en las regiones de Colombia, sumado a Diana Rojas apoyando como alcaldesa.

Amanecerá y veremos dijo Apolinar (que tampoco fue al acto de posesión). Se vienen dos años muy técnicos, luego dos años muy políticos y un gran proceso de transformación positiva para nuestra ciudad.

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miércoles 3 de enero, 2024
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