Cali, mayo 30 de 2025. Actualizado: viernes, mayo 30, 2025 09:48
El derecho a ser escuchados
Los cabildos abiertos y las asambleas populares son mecanismos de participación. Están pensados para que todos podamos ser escuchados.
Pero hay algo que debemos entender: ser escuchados no significa que nuestras opiniones sean vinculantes. La democracia tiene reglas y los poderes independencia.
Todos somos pueblo. Lo es quien marcha con pancarta, quien lidera una empresa, quien enseña en una universidad, quien trabaja en la informalidad o emprende con esfuerzo.
En ese sentido, el presidente tiene la obligación de escuchar a todos. A la academia, a los gremios, a los empresarios y a los más vulnerables. Especialmente cuando se discuten reformas que nos afectan por igual.
En las elecciones legislativas 16 millones de colombianos elegimos a los congresistas. Esos votos son tan poderosos como los 11 que eligieron al presidente.
Eso implica un mandato compartido. No se trata de imponer una visión única. Hoy Colombia exige análisis, cabeza fría y responsabilidad. No es tiempo para arengas ni para odios.
No nos dejemos arrastrar por discursos que desprecian la institucionalidad. Las instituciones son el escudo de una sociedad libre.
No permitamos que la frustración o la rabia sean usadas por quienes quieren aferrarse al poder para alimentar sus egos.
Petro ha tenido dos años para cumplirle a los jóvenes. Les prometió futuro y apenas les ha dado excusas. Ni el programa Jóvenes en Paz ha funcionado.
¿Y ahora los vuelve a convocar? ¿Otra vez a la calle, otra vez como carne de cañón de un proyecto que no gestiona, no lidera y no cumple?
Es momento de exigirnos como ciudadanos. La democracia es más que votar: es pensar, construir, escuchar y no ser borregos.