Cali, octubre 30 de 2025. Actualizado: jueves, octubre 30, 2025 23:02

Carmiña Navia Velasco

Fiesta cultural en Cali

Carmiña Navia Velasco

La ciudad celebra su Feria internacional del libro que se convierte este año, quizás más que otros, en una auténtica fiesta cultural y educativa.

Su directora, Paola Guevara, habla de la “librería al aire libre” más grande de Colombia, y esto es así. Pero creo que la Feria de libro de Cali, trasciende su propia oferta editorial que cuenta con la presencia de más de 150 editoriales y se convierte en una oferta cultural, recreativa y educativa que llega hasta Cartago atravesando todo el Departamento.

Una gran proporción del espacio del recinto ferial: todo el parque de la retreta, está dedicado a las actividades infantiles y de adolescentes que conducen al ejercicio del pensar y del disfrute de los libros, desde temprana edad.

Diferentes instituciones, gestores/as culturales y maestros se convocan para priorizar estos días sus actividades de promoción de la lectura y de los juegos de la imaginación creativa.

Y por fuera del recinto ferial estas ofertas y reflexiones son llevadas a distintos espacios de la ciudad y a otras ciudades del Departamento.

Creo que esta organización de espacios recreativos llenos de pensamiento y de disfrute es uno de los mayores aciertos de esta fiesta, que se caracteriza por su horizonte de inclusión y por su empeño de atraer a los jóvenes a un mundo que en otras ocasiones ha pertenecido sólo a “adultos muy serios”.

En Cali, el número de personas interesadas en los eventos culturales va creciendo de año en año. Por ejemplo la noche del sábado y del domingo pasados, Filcali 2025 compitió con la visita de Shakira al Pascual Guerrero, después de 19 años de no venir por estos lares, y sin embargo Filcali salió avante y sus pasillos estuvieron muy poblados de gente aunque era casi imposible moverse en la ciudad.

Este año el país invitado a la Feria es Colombia. Constituye una riqueza visualizar nuestro país en sus diferentes culturas y regiones… sin embargo es una sugerencia que quiero formular al oído de Paola y sus colaboradores: es importante traer hasta nosotros otros países de Latinoamérica con sus caminos editoriales tan alejados permanentemente de nuestras librerías.

Imagino es difícil, con las dinámicas políticas tan extrañas que nos habitan, pero es la gran posibilidad de abrir ventanas hacia el mundo.

La feria del libro es también una puerta al universo de los escritores locales que en ella dan a conocer sus obras más recientes y tienen la posibilidad de intercambiar entre ellos y con sus públicos.

La feria es un altavoz para editoriales y librería independientes que subsisten y pelean en medio de las garras feroces del gran mercado. Un ejemplo de ello son la Ediciones El Silencio y la Librería Oromo.

El Boulevard, por su ubicación en el centro de la ciudad, revitaliza las calles aledañas, su puestos de comidas o de ventas artesanales y se convierte además en pasillo de encuentros de viejos conocidos y conocidas que sintonizan en su amor por los libros.

En mis visitas de este año, una vez más mirando hacia el parque de los poetas, constato y añoro la falta de algunas poetas mujeres que resuenen la lírica femenina en la ciudad y en la región.

Ojalá ahora sí, la Secretaría de Cultura se decida a saldar esta deuda.

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jueves 30 de octubre, 2025
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