¿Están en riesgo las elecciones de 2026?

Los recortes presupuestales propuestos por el gobierno de Gustavo Petro para la Registraduría Nacional encendieron las alarmas sobre la viabilidad de las elecciones presidenciales de 2026.

En medio de una creciente incertidumbre política, figuras cercanas al gobierno han manifestado ideas preocupantes, como la posibilidad de revivir la reelección presidencial o extender el mandato, lo que genera serias dudas sobre el compromiso del gobierno con los tiempos y procesos democráticos.

El recorte que se pretende aplicar a la Registraduría, organismo encargado de organizar y garantizar la transparencia de las elecciones, resulta especialmente inquietante.

Como señaló el registrador nacional, Hernán Penagos, en un reciente foro en la Asamblea General de la ONU, la autonomía presupuestal de las autoridades electorales es clave para la garantía de procesos electorales libres.

La dependencia del financiamiento gubernamental amenaza la imparcialidad de los organismos que actúan como árbitros de la democracia y si los recursos que garantizan procesos electorales oportunos y transparentes se ven comprometidos, se socava la esencia misma de un sistema democrático.

Más preocupante resulta que la intención de recortar los recursos de la Registraduría se dé después de que el presidente Petro y varios de sus aliados expresaran su admiración hacia el sistema electoral venezolano, que propició un fraude monumental en favor del régimen de Nicolás Maduro.

¿Es acaso este el modelo que busca implementar el gobierno colombiano? Las señales no son alentadoras.

En un sistema democrático, los recursos destinados a la organización de elecciones no son un gasto prescindible; son la garantía de que la voluntad popular será respetada.

¿Está el gobierno de Petro dispuesto a arriesgar esta garantía?

Hay que mantener encendidas las alertas sobre la democracia colombiana.

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