Cali, mayo 25 de 2025. Actualizado: viernes, mayo 23, 2025 23:15
Las redes sociales
Las redes sociales han incrementado la comunicación, la socialización, la facilidad de información, la entretención con el acceso a videos divertidos, pero también informativos e incluso culturales y hasta educativos.
Pero lo difícil es determinar si han sido un elemento positivo o negativo, porque también han traído grandes males e incluso situaciones horrorosas de grandes daños morales y sociales.
La gran mayoría las conocemos y las usamos, sobre todo, la juventud y las personas que no son muy mayores que nacieron o estaban muy jóvenes cuando se popularizaron los computadores, los teléfonos inteligentes y otros dispositivos que nos permiten comunicarnos y acceder a Internet.
Las redes sociales que en muchos casos iniciaron como proyectos no de gran envergadura en manos de técnicos o ingenieros, quizá con propósitos constructivos o de entretención, se han convertido en amenazas para la convivencia, para la verdad y la información objetiva y hasta para las democracias.
El periodista Max Fisher realizó una interesante investigación contactando trabajadores y extrabajadores de las grandes empresas de redes, así como con personas perjudicadas, agredidas o vinculadas de alguna manera con estas y publicó su libro “Las redes del caos”, donde trasmite los resultados de estas conversaciones y de personas que han sido agredidas, sujetos de bulling, incluso con sus vidas arruinadas por los daños y las imputaciones falsas o verdaderas, hechas contra ellos en las redes como Twitter, Facebook, YouTube, Reddit, etc.
A lo largo del libro se señala explícitamente que el objetivo principal son los ingresos publicitarios y para maximizar éstos es necesario lograr que las personas permanezcan el mayor tiempo conectados a la red, para ello no importa el cómo, conectando un video después de otro por contenido de interés o por temas escandalosos u ofensivos, sin importar si son falsos o verdaderos; a los ingenieros no les interesa incorporar valores en los que se basa nuestra sociedad como la moderación, la amabilidad, sino videos frívolos y adictivos en el mejor de los casos y en el peor llenos de odio y conspirativos, y llegando al caso de despedir por bajo rendimiento a quienes no seguían estas pautas.
El propósito uno solo: los ingresos publicitarios. El rendimiento se mide con cifras todas relacionadas con ese objetivo, escogiendo indicadores claves para maximizar ese objetivo.
En la política muestra lo que pasó en la campaña de 2016 de Trump, que para ese entonces era muy poco conocido y en las redes contribuyeron a su elección.
“En las redes sociales una persona puede-sin previo aviso-sufrir la furia y la condena de miles de personas… Los efectos pueden ser devastadores desde el punto de vista psicológico” (textual copia) refiriéndose a un caso, en otro señala “la habían traído a la plaza más grande del mundo… y la habían condenado por unanimidad”.
El tema da para mucha especulación, pero hace pensar en regulación.