Cali, mayo 25 de 2025. Actualizado: viernes, mayo 23, 2025 23:15
Refuerza los desafíos del Banco de la República
Inflación seguiría al alza en mayo
Después del repunte inflacionario registrado en abril, cuando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anual subió a 5,16%, el panorama para mayo no es más alentador.
De acuerdo con las proyecciones de la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia, se espera que la inflación mensual sea de 0,48%, lo que llevaría el dato anual al 5,22%.
De confirmarse, sería el segundo mes consecutivo con una aceleración de los precios, en un momento especialmente sensible para la política monetaria y la credibilidad del Emisor.
El informe advierte que la cifra estimada se ubica 10 puntos básicos por encima del promedio de expectativas recogido por el Banco de la República (0,38%), lo que refleja un escenario más presionado de lo anticipado por el mercado.
La inflación anualizada ajustada por estacionalidad (SAAR) se proyecta en 5,66%, muy lejos de la meta del 3 % trazada por el banco central.
Presiones sectoriales: alimentos, regulados y servicios
La estimación de Bancolombia indica que el componente de alimentos crecería 0,66% mensual, con una inflación anual de 4,39% SAAR.
Aunque se espera una moderación frente a abril, el segmento de perecederos sigue estando bajo presión debido a los costos de insumos.
En contraste, los bienes no alimentarios, aunque con menor incidencia, acelerarían su inflación anual por cuarto mes consecutivo, impulsados por alzas en productos como artículos de aseo, vestuario femenino y artículos de lujo (oro y plata).
Más preocupante es el comportamiento del grupo de servicios, con una inflación estimada de 0,50% mensual y una tasa anual de 7,25%.
Los rubros más afectados serían el arriendo, las comidas por fuera del hogar y los servicios de copropiedad.
A pesar de una leve desaceleración proyectada hasta el 6,24% anual, el documento subraya que “la presión de la indexación sigue siendo elevada, debido al fuerte aumento del salario mínimo para este año”.
En cuanto a los precios regulados, se prevé una inflación de 0,43% mensual (5,52% SAAR), como resultado de los incrementos en electricidad, agua y tarifas de transporte.
Este grupo es especialmente sensible a decisiones de política pública, lo cual introduce mayor incertidumbre en su trayectoria futura.
La inflación básica no da tregua
Uno de los focos del análisis es la llamada inflación básica (sin alimentos), que se ubicaría en 0,41% mensual y una tasa anual de 5,32%, marcando su segundo mes consecutivo de aceleración.
Incluso al excluir alimentos y bienes regulados, la inflación aún se proyecta en 4,91% anual, el nivel más bajo desde marzo de 2022, pero aún lejano a niveles consistentes con la meta del Banco de la República.
Estos datos confirman que el proceso de desinflación aún no se consolida y que existen factores estructurales —como la indexación de salarios, el traspaso de costos y los ajustes de tarifas— que dificultan el retorno a la meta de 3%.
Implicaciones para la política monetaria
El resultado proyectado para mayo representa un desafío directo para la Junta del Banco de la República, que ha venido reduciendo su tasa de intervención desde finales de 2024.
Actualmente en 10,25%, esta tasa ya ha tenido efectos sobre el crédito y el consumo, pero la persistencia inflacionaria podría llevar a una pausa o incluso a una reevaluación de la estrategia de recortes.
El dilema es evidente: mantener la senda de reducción para apoyar la recuperación económica, o frenar el ciclo para evitar una desanclaje de las expectativas inflacionarias.
El informe de Bancolombia lo resume así: “Este sería un resultado desafiante, pues implica una inflación anualizada aún muy por encima del objetivo del Emisor”.
Además, el contexto externo no ayuda.
La volatilidad internacional, las tensiones comerciales y el comportamiento del dólar presionan aún más los precios importados.
Aunque el peso colombiano ha mostrado estabilidad en el rango de los $4.180 a $4.300, cualquier choque externo podría revertir esa tendencia.
Riesgos en el horizonte
El documento identifica varios factores de riesgo que podrían agravar el panorama en el corto plazo:
– Aumento del salario mínimo: su alto ajuste para 2025 mantiene presión sobre los precios de servicios.
– Tarifas reguladas: el aumento en servicios públicos como agua y electricidad continúa elevando los costos estructurales.
– Expectativas de inflación: la percepción de que los precios seguirán elevados puede reforzar dinámicas contractuales e indexaciones.
– Entorno global incierto: las decisiones de política monetaria en EE.UU. y Europa aún no son del todo claras, y eso impacta los mercados emergentes.
Perspectiva de mediano plazo: recuperación bajo presión
En este entorno, el crecimiento económico positivo del primer trimestre (+2,7%) contrasta con una inflación aún elevada, lo que genera un escenario mixto.
La recuperación es real, pero vulnerable. Cualquier desbalance —ya sea por inflación persistente o ajuste fiscal— podría comprometer el dinamismo logrado hasta ahora.
El gran reto para el segundo semestre será equilibrar los estímulos monetarios con una disciplina macroeconómica creíble.
La inflación no cede tan rápido como se esperaba, y eso limita la capacidad del Banco de la República para seguir apoyando la economía con bajas tasas de interés.
Mayo marcaría el segundo mes consecutivo de aceleración de la inflación, reforzando el mensaje de que el camino hacia la meta del 3 % sigue plagado de obstáculos.
La indexación salarial, el aumento de tarifas y la presión sobre los servicios mantienen encendida la alerta inflacionaria.
El Banco de la República deberá decidir si pausa su estrategia de recortes o confía en que los precios cederán en la segunda mitad del año.
Mientras tanto, el margen de maniobra se reduce y la economía camina por una delgada línea entre la recuperación y el sobrecalentamiento.